9:31 p.m.
Ya hasta estaba en mi cama acostada, y todas las luces apagadas. Pero no podía dormirme así como así. Mejor decidí escribir todo en el diario
:―No podía dormir sabiendo que Bill iba a salir con esa chica, Mikaela, ella simplemente no me agradaba, y no me daba buena espina. Pero ¿quién soy yo para decir que le conviene a Bill y que no? Mejor tenía que olvidarlo y borrar mis pensamientos sobre Bill y su salida. Eso me traía confundida porque si él decía quererme ¿qué hace saliendo con otra?, si él me había perdido y ya no sabía quién era yo, opino también lo mismo de él; Lo había perdido, ya no era el de antes o yo no lo sentía como el de antes, creo que lo prefería un vanidoso que a uno que ni reconozco. La próxima vez que lo fuera a ver, le diría eso que yo veía en el, e iba hacer que me dijera qué sucedía con él.
A ver si lo veía pronto, de paso indagaría cómo le fue en su cita con Mikaela… Espero verlo pronto, cruzo los dedos por eso, y porque me mata la intriga.
Termine de escribir y puse el diario en mi buro, apague la lámpara de junto mi cama, y me encamine a dormir.
31 de Marzo del 2008, 4:51 a.m.
Volví a los días de antes y me despertaba de repente. Pero ahora no soñé algo tan raro como las pesadillas de antes. Sino que:
Parecía estar en un cuarto con las luces encendidas, que me cegaba la vista. Y en eso entraba alguien al cuarto, y entendía yo que apagaba una de las luces y quedaba solo otra para que no nos molestara nada. Esa persona me tomaba de la mano y me jalaba, yo no quería irme pero me decía:
―Tienes que venir conmigo, ya no hay otra salida que venir a mí, créeme no quieres ir al otro lado –insistía quien fuera.
―Pero ¿qué hay de ambos lados? –pregunte curiosamente.
―En el lado que tu estas, solo hay sufrimiento y mentiras, no ves nada con claridad. En cambio en el mío, sabrás lo que es de verdad, lo que tú sientes y siempre has y vas a sentir, y sentirás las mismas emociones que alguna vez sentiste en la vida.Solo me dijo eso, y creo que con eso me conforme para ir con esa persona, cruzamos la puerta y todo lo que aparecía era una calle solitaria, en eso escuchaba que alguien me susurraba que siguiera para adelante, y fue lo que hice, caminar hacia adelante, hasta que algo me detuvo tomando de la mano. Y era Bill.
Fue cuando todo acabo y me desperté confundida de por qué era Bill, aunque no paso nada después, esa duda me atormentaba. Necesitaba verlo de nuevo, y saber que me causa verlo y sentir que está ahí.
No pude más que volver a dormir, y mi mente seguía pensando en la presencia de Bill en un sueño –nunca pensé que pasaría―.
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