6:13 pm
Nos habíamos subido a casi todos los juego extremos del parque, que buena manera de pasar mi cumpleaños. Me gustaba más estar ahí con Bill, que tener que soportar gente dándome regalos y cosas así, por algo no le había dicho la fecha que era para mí.
-¡Rayos! –dije. Cuando estábamos a punto de subirnos a otro juego más.
-¿Qué? –pregunto.
-Ya van a cerrar –me puse seria.
-Mejor vámonos, además parece que va a llover -miro al cielo. Empezamos a caminar a la salida.
-¡Excelente! Este va a ser entonces, mi mejor cumpleaños –sonreí y lo dije emocionada, sin darme cuenta de que había declarado que día era. ¡Rayos! Dije para mí misma.
-¿Qué? ¿Hoy es tu cumpleaños? –pregunto sorprendido.
-Sí pero no te alteres, no quiero que te preocupes por no haberme dado un regalo o algo, con que no hayas vomitado, estuvo bien –bromee.
-Bueno Jennifer –dijo sonando angustiado.
Salimos del parque, y nos quedamos parados antes de pensar en avanzar para irnos de allí.
-¿Y ahora? ¿Te vas sola o qué? –me pregunto- Hoy si traigo mi coche.
-Me voy sola –sonreí.
-Oye ¿no me quieres dar tu número? –pregunto sonriendo.
-Mm –dude pero al final se lo di y él me dio el suyo también-. No me estés llamando a cada rato ¿eh? –le advertí.
-Bueno, adiós Jennifer, ¡feliz cumpleaños!
-Gracias –dije seriamente- adiós.
Nos fuimos, el lo más probable en su coche. Yo me regrese de la misma forma que me había ido.
Sentía como si me persiguieran, alguien que me estuviera vigilando, y que en cada parada alguien más se subía para vigilarme.
7:08 pm
Había estado ya mucho antes sola y caminando, más tarde, pero esta vez solo quería llegar a casa y dormir probablemente algo tranquila.
7:19 pm
Ya no lo soportaba más, veía sombras, no solo como en mi sueño. Camine lo más rápido posible. No pensé en más y solo decidí en marcarle a Bill inmediatamente. Y así fue como me contesto, lo más rápido que posiblemente pudo.
-¿Jennifer? ¿Qué paso? –pregunto angustiado.
-No sé, no sé qué me pasa, si me imagino cosas o qué pero siento como si me siguieran –dije dando vueltas sobre mi mismo eje, así veía todo a mi alrededor a la vez.
-Voy por ti, solo dime donde estas.
-En la avenida Jungiusstraße, en contra esquina con… -vi el nombre de la calle- y Gorch Fock Wall.
-Bien Jennifer, no te preocupes, ya voy para allá.
-Gracias Bill –sonreí. Ambos cortamos la llamada.
En lo que esperaba a Bill, solo pude encontrar un lugar donde relajarme. Me recargue en la pared del Museo de Comunicación, ahí mismo se encontraba.
7:30 pm
Vi como un coche se estaciono frente de mí, y vi bajar a Bill. Me entro una gran tranquilidad al ver que Bill llego tan rápido, pensé iba a tener que esperarlo más tiempo, pero qué bueno que no.
Rápidamente corrí hacia su coche y hasta la puerta de donde él se había bajado, o sea la del conductor.
-¡Qué bueno que llegaste! –le dije feliz.
-Te dije que vendría ¿no? –sonrió.
-Sí, gracias por venir tan pronto –sonreí.
-Por nada, ¿nos vamos? Así me puedes decir que paso contigo.
-Claro –suspire.
-Sube –él se subió por el lado del conductor y yo por el del copiloto.
Empezó a conducir, ni iba atenta por donde iba, creo que ni iba en un corto camino. En lo que conducía al edificio, le iba platicando lo del sueño y todo lo que según yo veía.
