1.26.2011

Capitulo 6# de •○Forġotten chil∂ren○•



6:35 pm

¡Llego la comida!, Bill pidió –según me comento antes- albóndigas con alcaparras, y yo solo unos tallarines con salsa.
Entre que comíamos y no Bill y yo platicábamos y más. Ya no estaba queriendo tomar tanta presencia delante de mí, no sé si se dio cuenta de que molestaba o quizás solo quiso dejarlo de hacer. Aún no sabía leer su mente. Hablamos de muchas cosas, sobre él, sobre mí, sobre nuestro futuro como personas o solo sobre el paisaje y el rato que estábamos viviendo juntos.
Si mucha gente lo conocía, no sabía porque aun no se nos acercaba alguien diciendo ‘¡Hey, es Bill Kaulitz!’, la verdad no quería que pasara y que llegaran a pensar que fuéramos algo más que conocidos. Prefería así, la tranquilidad de una cena.

8:09 pm

Terminamos de cenar, Bill pagó la cuenta. Y al salir del restaurante, Bill y yo nos encaminamos a la orilla del lago donde había mucha gente observando el gran espectáculo de fuentes que había ahí mismo en el lago.
-¿Ya habías venido aquí? –me preguntó.
-Sí pero nunca de noche –No pude apartar la vista del lago.
-¿Y te gusta? –volvió a preguntar.
-¡Por supuesto que sí! –sonreí-, es algo muy bello.
-Qué bueno que te haya gustado –voltee a verlo. Solo sonrió al ver que al fin le prestaba atención.
-¡Ame este lugar! En definitiva, si me dijeran que pudiera quedarme aquí, lo haría sin pensarlo –volví a mirar el lago.
-Y lo mejor es que…


Empezaron a estallar fuegos artificiales de colores en el cielo, pudiéndose reflejar sobre el lago. Ese show era inolvidable, inigualable y muy bello.

-Eso lo hace ¡mucho mejor! –dije. Sin poder dejar hablar a Bill.
-¡Uy si! ¿Sabes que es lo mejor? –me pregunto.
-¡Sí! Ahora vendré aquí a diario, la verdad –sonreí de lado a lado.
-¿Nos vamos? –pregunto sonando serio.
-Sí, aunque no estoy cansada –me voltee para verlo frente a frente.
-Entonces, podemos tomar camino largo o hacer una parada en el parque de por tu edificio –sonrió tratando de convencerme.
-Está bien –respondí- una hora más de paseo contigo, a nadie le hace dañó -¡Esperen! ¿Yo dije eso? Y yo que a escasas horas decía que la presencia de Bill me agotaba y ¿¡ahora!? Aunque la verdad querría pasear a estar rodeada de 4 paredes que acaparaban a belleza de la ciudad.
-Bien, ¡vámonos!

8:47 pm

Llegamos por el ala este del parque, mi parte favorita. Era una noche algo fría pero no en exceso, se podían ver claramente las estrellas en el cielo, claro que yo cada que volteaba para ver arriba solo veía el pelo de Bill.
Los árboles se agitaban con el viento, ese era otro show que me encantaba. Para mi significaba ‘un buen rato’ o solo un buen clima.

9:05 pm

Habíamos caminado por el parque más de 10 minutos, íbamos caminando y conversando de varias cosas. Hasta que decidimos hacer una pausa y tomar asiento en una de las bancas que había allí mismo en el parque.

-Veo que te gusta mucho este parque –comento Bill mirándome.

Yo solo le daba vueltas a los diferentes ángulos del parque, lo miraba y miraba tratando de grabarme cada mínimo detalle.

-Me encanta –sonreí-, aquí siento tranquilidad, nunca me siento sola.
-Sí, es bello –afirmó.
-Estar aquí me hace sentir… no lo sé, es difícil de explicar –suspire-. Como si todo estuviera bien, aunque no sea así.
-Pero ahora si está bien ¿o no? –pregunto.
-Bill –lo mire- casi por ti está bien –bromee.
-¡Oh! –exclamo bajando la mirada.
-¡Era broma! –Casi era broma. Una parte de mí quería burlarse de él.
-Lo sabía –No era cierto, pareció mentir.
-Si dices –reí un poco.
-Tengo que confesarte algo –se voltea para verme mejor.

¡Ay no! Fue lo único que pensé. Cada que dicen ‘tengo que confesarte algo’, siempre es algo malo o es una declaración. Viniendo de Bill todo se podía esperar. Más le vale que no sea ninguna declaración.

1 comentario:

  1. haaay pobre bill no s merece ser rechazado asi de feo por jenny mejor dile qe te lo regale ;D

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