Capitulo 2# de •○Forġotten chil∂ren○•

6:27 pm
Llegamos al edificio del departamento, al fin iba a estar sola de nuevo. Pensé que a la mitad del camino le iba a tener que decir que se fuera de regreso a su casa o algo, pero si me asfixio un poco la presencia suya y más que solo hablaba de él y su tonta banda.
-¡Listo! –dijo feliz.
-Sí, ya me voy, gracias y que tengas éxito en tu banda –sarcasmo.
-Gracias –sonrió. No entendió el sarcasmo.
-Adiós –me di la vuelta.
-Hasta luego Jennifer.

Entre al edificio y me fui directo a mi departamento. Solo me cambie, cene, escribí lo que me había pasado en el día en mi amado diario –el único en el que confió- y me fui a dormir.
No dejaba de pensar en que Bill era como yo, o más o menos. El pensaba solo en él y su alrededor. Sin embargo convivía con los demás. Arruinaba mi idea de ser solitaria. A ambos parecía que nos gustara vivir el momento y hacer lo que quisiéramos, pero el…lo hacía de una forma rara.
Me pregunto qué será de su coche.

9 de Febrero del 2008 9:00 am
Día soleado y tener que ir al estudio a tomar fotos. Algo me decía que sería un raro día, más no malo.
Solo me aliste, se podría decir que desayune y me fui al estudio, obvio caminando. Al llegar allá me fui con la jefa, me dio información de que se iba a tratar la sesión de fotos, prepare todo, luces, cámaras, todo para que todo saliera perfecto y fuera rápido. Era un buen día para ir a comprar, salir a pasear en bicicleta o algo.

11:00 am

Me informaron, ya habían llegado los que iban a ser fotografiados. ¿Sorpresa? No lo creo. Muchas se emocionarían, pero a mí me pasaba como nada, seria la banda de Bill. De nuevo a oír, su nombre como mil veces. A tener que soportar que más personas estuvieran allí. Espero que sean fáciles y no me compliquen la vida, al fin y al cabo, yo sería quien tomará las decisiones allí.

11:10 am



Entraron por la puerta, Bill se veía diferente comparado a la otra noche. Parecía estar feliz. Su apariencia, diferente, con el cabello parado, en picos, estaba completamente maquillado.
Sus acompañantes, uno que parecía que la ropa no la encontró de su talla, el segundo con el cabello hasta los hombros, vestido de pantalón y una camiseta ajustada, y el tercero el más normal de todos que se vestía de bermudas y una camiseta.

-¿Jennifer? –pregunto Bill mirándome.
-Ah esta es tu banda ¿no? –le dije sin interés.
-Sí, Tom mi hermano –señalo al de la ropa suelta- Georg –el de cabello largo- y Gustav –el último y normal.
-De acuerdo –dije para zafarme.
-Eres fácil en esto ¿verdad? –se dirigió a mi Tom.
-Depende de a lo que te refieras Tom –respondí.

Me entretuve, arreglando la cámara en lo que ellos me hacían preguntas.
Los más quietos fueron Gustav y Georg, mejor para mí. Si Bill me desesperaba por su forma de ser, su hermano Tom de verdad asfixiaba, el si era demasiado vanidoso –odio la vanidad-, cada foto que tomaba me preguntaba si había salido bien, para sacármelo de encima solo le contestaba que si, cada vez más enojada. Bill ya no era tan molesto, el solo quería sobresalir en las fotos, como yo que quiero sobresalir, ¿tiene algo de malo eso? No.

12:23 pm

Al fin había terminado esa tortura para mí.
-Creo que desesperaste a Jennifer, Tom –le susurro Georg a Tom. Cosa que escuche muy claro.
-No –respondió Tom.
-¡Ya cállense! –dijo Gustav.
-Bien, yo enviare sus fotos a la revista y ya se verán ustedes, a ver como salieron.
-Supongo que bien ¿no? –dijo Bill.
-Si claro –respondí.
-Ay Jennifer, se nota que tienes talento en esto –se me acerco Tom. ¿Qué pretendía abrazarme? ¡Ni lo piense!
-Si bueno –me aleje de él. Casi se cae ¡Ja!- ya se pueden ir, no se preocupen por sus fotos…
-Adiós Jennifer –me dijo Tom sonriendo.
-Adiós –dije molest.
-Nos vemos –dijeron Gustav y Georg.
-Adiós –volví a decir. Con uno bastaba ¿no?

El único que se quedo ahí fue Bill. ¿Qué pretendía? Quedarse ahí todo el día. Ya me tenía algo harta. Pensé que sería Tom el que se quedará, se me había acercado mucho, pero mejor, Tom me sofoco un poco. Y a Bill al menos, ya lo tenía registrada.

-¿Qué no te tienes que ir? –le pregunte enojada.
-¿No quisieras salir conmigo? Tengo el resto del día libre –sonrió.
-Tengo trabajo –respondí fríamente. Mentí, yo también tenía el día libre. Pero quería aprovecharlo ¡sola!