No podía dejar que se fuera así como si nada. Me pare y lo detuve.
―¡Bill! –lo tome del brazo, y volteo a verme. Rápido lo solté― no te pretendía que te fueras así, solo no puedo, entiéndeme ¿sí?
―Si perdóname; Solo que me altere un poco porque ya tenía todo listo y para esperar dos meses y hacerlo de nuevo pues será muy difícil para mí.
―Lo siento Bill, es que voy a ir a un viaje en Stuttgart y es de dos meses, pero es por trabajo así que volveré.
―Ah bueno, eso es otra cosa porque ya me había preocupado. Pensé que era algo muy lejos de aquí, pero si es aquí en Alemania no importa.
―Claro –sonreí ligeramente.
―Bueno, ahora si es en serio, me tengo que ir –dijo seriamente.
―Está bien, no te preocupes.
Se sonrió pero a la vez rió entre dientes. Caminó un poco, pero luego se dio la vuelta y ahí mismo se quedo parado y me dijo:
―¿Cuándo es tu viaje?
―El jueves, es muy pronto y tengo mucho que hacer.
―Mm bueno, nos vemos.
―Adiós Bill –dije sonriendo ligeramente, al igual que el.
―Adiós –se dio la vuelta y siguió caminando.
Lo vi irse, y solo pensé en cómo me sentiría los días en que no lo vería irse así después de haber pasado un rato con él. Magníficamente lo que antes yo pensaba que era una tortura, es decir, estar con Bill; Ahora estar sin él, es una tortura más, la más grande que podía tener al día. Ya ahora sería el mes, más bien, los meses…
2:57 p.m.
Me regrese a mi departamento. Al llegar solo vi a mi alrededor y avente todas las cosas que llevaba al sofá más grande y me senté ahí mismo, dando un gran suspiro.
Solo analice el lugar, y recordé aquel momento que pase junto de Bill en ese preciso lugar. Me hacía sentir bien, como si nada malo pasara y que no me importara nada más que estar con él.
Claramente e inexplicablemente me había enamorado de él. Lo necesitaba a mi lado en cada segundo de mi aburrida, monótona y loca vida, la sensación que él me causaba era una muy inigualable y que era incomparable, y la verdad la forma de cómo era él me fascinaba y encantaba; Simplemente lo amaba.
Y me sentía tan bien al decírmelo y declarármelo a mí misma, aunque nadie más lo supiera, ¡ah sí, Tom! Él era el único que sorprendentemente sabía.
Y pensar que en un día no tan lejano, me tendría que separar de lo que de verdad amo, Alemania y Bill. No estoy segura si hice lo correcto, la verdad creo que esta vez si me equivoque en una decisión. ¿Por qué tendría que decirle? Sinceramente no tengo idea, pero siento que me rompería el corazón o peor, se lo rompería a él
Mejor me iba a dejar de lamentar, e iba a empezar a empacar mis cosas para un viaje de dos meses.
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